Técnicas, herramientas y alteraciones durante todo el proceso

Por muy bucólico y romántico que nos parezca, la producción de vino es un proceso industrial que tiene como objetivo introducir un producto lo más pulido posible en el mercado para todas aquellas personas que deseen disfrutarlo. Existen muchas maneras de elaborar vinos; unas bodegas apuestan por ser poco intervencionistas, otras se valen de diferentes técnicas, aditivos y coadyuvantes para elaborar vinos de gran calidad. Algunas de estas técnicas se aplican durante todo el proceso de elaboración del vino, de principio a fin: la rectificación (ósmosis inversa, desalcoholización, adición de taninos, uso de enzimas para revelar aromas), el sulfitado o el uso de gases inertes. Todas ellas ejemplos de técnicas que los enólogos dominan y practican siempre que esto les permita acercarse a su vino ideal.

Este capítulo termina con un repaso de los diferentes recipientes de vinificación y el impacto de cada uno de ellos en el resultado final.