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CAPÍTULO 4

Millones de personas cocinan cada día: No existe un perfil único de cocinero

El cocinero como ser humano

El cocinero es un ser humano y, como tal, posee un cuerpo, una mente y un espíritu. Trataremos aquí el papel y la relevancia de cada uno de estos tres elementos trasladados a la esfera culinaria.

 

Cocinar con el cuerpo, cocinar con la mente, cocinar con el espíritu

Plantearemos ahora las opciones de cocinar físicamente, empleando el cuerpo para llevar a cabo acciones; mentalmente, a nivel de ideas previas a la acción y durante la misma; y espiritualmente, cuando lo que guía la cocina va más allá de lo anterior y se sitúa en un plano que supera la realidad física y mental.

 

Cocinar la teoría mediante la práctica

Cocinar es una acción, es decir, es una cuestión eminentemente práctica. Pero existe una teoría de la cocina y en la cocina, que ha hecho evolucionar su parte práctica y es imprescindible si se quiere mejorar en la misma.

 

¿Es cocinero todo el que cocina? ¿Solo elabora el cocinero?

La figura del cocinero puede adoptar diferentes perfiles, tanto en el ámbito doméstico como en el de la restauración. Expondremos aquí la idea de que no solo cocina el actor «cocinero», amateur o profesional, puesto que hay procesos de elaboración que terminan fuera de la cocina y son realizados por otros actores (personal de sala, el cliente o comensal, etc.).

 

El cocinero profesional: cocinar como opción laboral

La cocina, además de ser una acción que implica un proceso y genera un resultado, es un ámbito profesional en el que hacer carrera. Primero fue una acción, después una actividad y, con el paso del tiempo, pasó a considerarse un oficio y profesión, con todo lo que ello implica: un campo de conocimiento teórico que se pone en práctica a cambio de una remuneración.

 

La capacidad sensoperceptiva, la llave maestra para cocinar

Es una capacidad imprescindible para cocinar, puesto que nos permite recibir estímulos del medio que nos rodea. En el ámbito culinario, puede llegar a desarrollarse como un talento que hace que el cocinero pueda anticiparse a lo que sentirá el comensal o cliente al degustar las elaboraciones que ha cocinado.

 

¿Quién ha cocinado todo lo que adquirimos ya elaborado?

A veces, compramos comida y bebida que otra persona ha cocinado en un proceso de producción que se da en la industria y que tiene como resultado un producto elaborado. Este puede convertirse en elaboración intermedia, si se emplea en un proceso de elaboración en casa o en el restaurante, o en elaboración que se degusta, cuando se emplata o encopa y no necesita de otras transformaciones adicionales.

 

Cuando quien come también cocina, ¿podemos hablar de un comensal cocinero?

Un comensal puede también cocinar, cuando influye en el proceso de elaboración tomando decisiones, aplicando técnicas, combinando elaboraciones intermedias, emplatando, etc.;lo que nos demuestra que el proceso de reproducción no siempre termina en la cocina y muchas veces está casi en el límite de la degustación.