CÓMO FUNCIONA EL SISTEMA MOTOR. LLEVARSE EL VINO A LA BOCA PARA INGERIRLO

Llevarse el vino a la boca es una acción que a veces parece irrelevante, pero es un trayecto repleto de estímulos somatosensoriales. Quizá pasen más desapercibidos que el sonido, pero según el peso, la forma o el color de la herramienta de degustación, la percepción será muy distinta. Hasta el grado de inclinación de la cabeza al beber influye en la percepción. Por lo tanto, es necesario explicar la anatomía y el funcionamiento del brazo para ver en qué impulsos nerviosos se codifica el acto de asir una copa y de qué manera su trayecto hacia la boca afecta a la percepción. Es un capítulo complicado porque no solo participa un gran desconocido como el sistema somatosensorial, también es necesaria la colaboración del sentido del equilibrio, imprescindible para tener conciencia de nuestra posición espacial y del movimiento de la cabeza.